Alpha School: reinventando la educación con IA
Una "escuela" con sólo dos horas de aprendizaje académico personalizado con un sistema de Inteligencia Artificial, y sin docentes. El resto del tiempo es para explorar y desarrollar sus pasiones.
En una de mis últimas notas, compartí mi convicción de que el sistema educativo tradicional debe dejar de ser el único modelo y debe coexistir con otras opciones en un entorno educativo diversificado y más inclusivo.
Entre los variadas consultas que recibí, la pregunta más frecuente fue: ¿Podrías darme un ejemplo de estos modelos? Afortunadamente, existen muchos ejemplos y start-ups con proyectos, ideas y educadores que trabajan en experiencias concretas y exitosas de modelos educativos disruptivos.
En esta ocasión, les presento uno de los proyectos que sigo de cerca, y que incorpora un cambio radical en la forma de enseñar, con una fuerte apuesta en la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, es solo una entre miles de alternativas que la virtualidad está permitiendo explorar más allá del modelo tradicional.
Hablo de Alpha School, un grupo de escuelas en Austin, Texas. Fundadas en 2016, estas escuelas, pequeñas en tamaño (el modelo busca crecer en formato de pequeños hubs) y que iniciaron para la escuela secundaria, pero ya están abarcando toda la escolaridad. Su creadora, MacKenzie Price, una emprendedora y tecnóloga educada en Stanford, es también la autora de una filosofía educativa denominada 2hr Learning, que ella misma resume así: "Imagina un mundo donde tu hijo destaque académicamente con solo dos horas al día, y dedique el resto del día a atletismo, arte, emprendimiento, habilidades para la vida o cualquier otra actividad que alimente su curiosidad".
¿Cómo es un día en Alpha School? Por las mañanas, todos en Alpha se reúnen de forma presencial (¡sí!) para realizar el Alpha Morning Launch, una reunión grupal de envío que prepara a todos para el día. Luego, todos los alumnos se dedican a una etapa de aprendizaje académico autónomo, con una duración máxima de dos horas por día, diseñado para dominar los planes de estudio básicos a través de un aprendizaje personalizado con sistemas adaptativos de Inteligencia Artificial. En este espacio, las aplicaciones de IA y los tutores adaptativos toman un rol principal en materias básicas como lectura, matemáticas y escritura. Los estudiantes interactúan con los contenidos académicos mientras las plataformas ajustan el ritmo y los requerimientos a cada uno. "Los tutores de inteligencia artificial son excelentes para encontrarse con los niños en su nivel actual y entender sus lagunas de conocimiento", aclara Price.



Por supuesto, los alumnos no están solos. Además de contar con compañeros que están en la misma etapa o ya la han superado, tienen el apoyo de los adultos guías (que Alpha School denomina Guides), quienes actúan como tutores y motivadores. Alpha afirma que, a través de esta metodología, los estudiantes logran la misma cantidad o más de créditos académicos que en las escuelas secundarias tradicionales, pero en mucho menos tiempo, lo que les permite enfocarse en habilidades para la vida y descubrir cómo sus pasiones se alinean con un propósito.
Luego, el resto del día, los alumnos de forma grupal o individual, dependiendo del plan trazado, avanzan con los proyectos especiales que incluyen su propio proyecto Masterpiece (un proyecto ambicioso interanual), talleres grupales altamente participativos que llevan a los estudiantes por toda la ciudad, capacitación en finanzas, ecología, asesoramiento universitario y muchos otros temas.
Me parece muy relevante revisar cómo Alpha School define y contrata a sus Guides: “Son adultos apasionados por aprender qué motiva a los niños de Alpha. Su habilidad especial es inspirar a los estudiantes a automotivarse y alcanzar sus metas. Aunque no son expertos en materias, sí lo son en las aplicaciones de Alpha, pudiendo ayudar a los niños a superar obstáculos y ofrecer ánimo. Con un guía por cada diez niños, siempre hay alguien disponible para asistir en sus innovadores espacios de aprendizaje”.
Esta es una definición disruptiva en la que se prioriza un rol de guía y motivador en un ambiente tecnológicamente estructurado y avanzado, dejando de lado la experiencia en contenidos. Me resulta interesante cómo esta perspectiva trae a la mesa una discusión pendiente sobre la tarea docente, presentando un enfoque que merece consideración en el debate educativo actual.
Aquí estoy presentando un primer acercamiento a un modelo disruptivo, innovador y complejo, que muy probablemente les genere cientos (sino miles) de preguntas y dudas. Es muy difícil resumir de forma completa la propuesta en pocos caracteres, pero mi recomendación es que, tanto si te atrae o te parece poco creíble, visites sus sitios web, los sigas en sus redes y los analices. Muy probablemente, algunas de tus ideas serán puestas en tensión y podrás tener nuevas conclusiones. Tal como dije al inicio, no es el único que estoy siguiendo y espero poder compartir otros ejemplos en breve.
Alpha School no es solo un proyecto o una idea: es una realidad en Austin y otras ciudades de EE.UU. Es un modelo entre tantos y probablemente no sea recomendable para todo niño (creo que de allí uno de sus valores, no es “el modelo”, sino “un modelo”). Sin embargo, es un ejemplo valioso de cómo los modelos basados en la virtualidad pueden ofrecer alternativas educativas efectivas, siendo muy diferentes a la escuela tradicional e incluso sin cumplir sus normativas.
¿Por qué negar a aquellos niños que se benefician de estos modelos, o de otros similares o completamente diferentes, la oportunidad de aprender de la manera que mejor manera para ellos?
Francisco
PD: aquí debajo les dejo una entrevista a MacKenzie Price, y a alumnos de las Alpha School.